Apariencia
La apariencia es la característica más esencial del papel de fumar.
Los parámetros más importantes para una buena apariencia son la textura, el grado de blancura y la opacidad.
Más información
La textura del papel de liar viene dada por el acabado superficial del papel, que puede ser liso (sin marca de agua) o verjurado (vergé) Este último consiste en un conjunto de lineas más transparentes que el papel, que van en dirección transversal y normalmente son realizadas en la misma máquina de papel durante el proceso de producción.
Cuando el papel se fabrica sin marca, es decir, acabado liso, se le puede añadir una filigrana o marca de agua. Consiste en un marcado fuera de la máquina, que acaba de ajustar la textura y puede o no incluir el logo de la marca o fabricante que comercialize dicho papel.
El grado de blancura del papel de fumar, dependerá de si el material celulósico que lo compone, ha sido sometido a un proceso de blanqueo, el origen de la fibra utilizada y el nivel de cargas que tenga el papel.
Su color natural es el marrón, con diferentes grados de intensidad.
Si se quiere conseguir un color blanco del papel, se suelen emplear dos sistemas de blanqueo de la fibra, denominandos TCF y ECF. Estas son las siglas que definen el sistema de blanqueo de la fibra de celulosa, utilizado en la fabricación de papel.
TCF (Totaly Chlorine Free): Es un sistema de blanqueo sin ningún compuesto de cloro. Por convención, el contenido en cloro orgánico del papel es inferior a las 20 ppm. (partes por millón).
ECF (Elemental Chlorine Free): Define un sistema de blanqueo sin utilizar cloro libre o hipoclorito sódico. Normalmente se utiliza dióxido de cloro. El contenido en cloro orgánico suele estar sobre las 200 ppm. (partes por millón).
Como referencia, una pasta blanqueada con cloro libre o hipoclorito sódico, tiene un contendido compuesto en cloro orgánico entre 2.000 y 5.000 ppm.
Las características técnicas de las pastas TCF son similares a otros tipos de pastas, aunque la degradación de la celulosa es mayor, reduciendo sus características mecánicas y disminuyendo su blancura.
En lo que se refiere a la opacidad o transparencia del papel, esta viene determinada por su gramaje, su contenido en minerales, el tipo de fibra y el grado de blancura.