Desde el punto de vista físico se puede hablar de tres zonas, donde la más alta es la meseta de las Ardenas, con altitudes de 650 m., otra zona intermedia con una meseta con altitudes entre 50 y 300 m. y finalmente la más baja, que no supera los 50 m. de altitud. Los ríos más importantes son el Mosa y el Escalda que forman dos cuencas importantes con sus afluentes.

Un poco de historia. Se han encontrado restos arqueológicos que demuestran que hace miles de años ya vivían varias tribus en el actual suelo belga. También se sabe que algunas tribus celtas se asentaron mezclándose con las tribus germánicas que ya existían. Julio Cesar y su ejército Romano, conquistaron el área entre los ríos Sena y Rhin tras cinco años de lucha. Más adelante el emperador Augusto decidió reorganizar la región, denominándola Gallia Bélgica, nombre que actualmente mantiene. Bajo los romanos, Bélgica se convirtió en un centro de comercio muy rico. La región, principalmente el condado de Flandes, se convierte en uno de los principales centros económicos de Europa durante la Edad Media hasta el siglo XIV cuando numerosas crisis y epidemias de peste hacen que la población se estanque o incluso disminuya. La mayoría de ciudades no volverá a alcanzar los niveles de población hasta el siglo XIX.

En 1500 nace en Gante Carlos V, heredero de los Habsburgo y del trono español. Al repartir sus territorios entre su hermano y su hijo, las provincias de los Países Bajos pasan a ser dominio español con Felipe II. Más adelante, la región Norte de los Países Bajos alcanza la independencia. Con la firma del Tratado de Utrecht,  Bélgica se convirtió en parte del imperio austríaco. En 1794, son invadidas las provincias belgas por el ejército francés hasta la famosa batalla de Waterloo donde las tropas de Napoleón fueron derrotadas. Inicialmente Bélgica fue anexionada a los Países Bajos, pero el descontento de la población terminó con su independencia en 1830. Durante la mayoría del siglo XIX Bélgica vivió bajo la sombra de su poderoso vecino Francia. En 1914, las tropas Alemanas atacaron Francia a través de las tierras Belgas, lanzando a Bélgica a la Primera Guerra Mundial. En 1940, Bélgica fue invadida de nuevo por el ejército Alemán y la ocupación duró cinco años. Tras la guerra, la economía de Bélgica floreció y el país se convirtió en miembro fundador de la Comunidad Económica Europea (actualmente Unión Europea).

Bélgica llego a ser la segunda potencia mundial durante la Revolución Industrial gracias a sus importantes reservas de carbón y acero y a las importantes riquezas que provenían de la colonia creada en el Congo por el rey Leopoldo II.

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EL CLIMA

El clima de Bélgica es marítimo templado, húmedo, inestable y por tanto de difícil predicción. La zona de la costa se caracteriza por ser templada y húmeda con menores posibilidades de precipitaciones que las regiones alejadas del océano donde el clima es continental con lluvias frecuentes y grandes variaciones de temperatura en las distintas estaciones. Las temperaturas son muy bajas en invierno y calurosas en verano. La temperatura media en verano es de 17 °C y de 3,1 °C en invierno. Bélgica se caracteriza por sus numerosos días nublados que dan un aspecto gris a sus paisajes. Las lluvias son frecuentes durante todo el año y es normal que la niebla invada cada rincón. Todas estas características del clima condicionan el cultivo de tabaco.

EL TABACO

El tabaco en Bélgica fue un "bien esencial" para el Estado. Al ser más barato y de mejor calidad que el de Francia y no estando sujeto a las monopolistas leyes francesas, fue objeto del fraude y continúo contrabando entre ambos países.  La mayor parte de la producción de tabaco la elaboraban en pequeños talleres que vendían sus productos directamente a los consumidores de la zona.

En cualquier caso, hablar del tabaco en Bélgica es hablar de la caída y auge en el pasado y el presente incierto. Son tres las zonas o regiones donde se cultiva o cultivaba el tabaco:

- En la provincia de Namur, SEMOIS.

- En la provincia de Flandes Occidental, WERVIK. 

- En la provincia de Flandes Oriental, APPELTERRE-EICHEM. 

SEMOIS 

No se sabe realmente cuando se inició el cultivo, pero coincidió con otros descubrimientos de la América del siglo XVI.  Se cultivaba para consumo propio. La planta tenía un uso ornamental, pero pronto descubrieron propiedades medicinales pasando a utilizarse como tabaco para mascar o ahumado. Para no pagar ciertos impuestos, los agricultores dejaron los cultivos tradicionales para dedicarse al tabaco que estaba libre del derecho a la tierra. Pero en 1748 se imponen una serie de impuestos que hacen que su cultivo ya no interese salvo para el consumo personal, por lo que se abandona.

La Revolución francesa hace desaparecer el poder de los antiguos señores y con ellos los impuestos. La región de Semois se convirtió en parte de Bélgica en 1830. Veinte años después, Joseph Pierret, un maestro de Mouzaive, volvió a introducir el cultivo del tabaco en Alle-sur-Semois. Realiza una pequeña plantación como prueba y la cosecha excede sus expectativas, obteniendo unas plantas de alta calidad y con un rendimiento excepcional. En 1885, el tabaco  se extendió por todo el valle de los Semois. En 1905 había 280 ha plantadas y en 1910, más de 400 ha. El soleado valle por sus características de humedad y temperatura crea unas condiciones y microclima idóneos para el cultivo que imprimen un aroma incomparable considerado el más aromático del país, pero también el menos nicotínico.

Varios factores causaron la disminución del cultivo de tabaco a partir de los años “50” en el Valle de Semois:

- Los impuestos que gravan el tabaco en la planta, lo que lleva a los agricultores a elegir variedades más productivas, pero en detrimento de su aroma.

- Poca rentabilidad actualmente para cultivar tabaco sobre todo por la llegada de grandes cantidades de tabaco Virginia procedentes de los Estados Unidos con las cualidades de ser más económico además de más suave, más ligero, y con mayor sabor.

- Consumo de tabaco de pipa inferior al de cigarrillos.

- Las enfermedades fúngicas, con mohos y hongos parásitos, que destruyen las plantas, especialmente el peronospora, un tipo de hongo de los llamados “azules”.

A pesar de ello y gracias a la calidad excepcional de su tabaco, en 1995 todavía había nueve cultivadores de tabaco Semois, extendiéndose el área de cultivo desde Bohan hasta Poupehan. Bohan se encuentra en las montañas belgas de las Ardenas, a orillas del río Semois, este discurre a través de los bosques de Bélgica en la región conocida como las Ardenas. 

Con la entrada del nuevo milenio, la situación se ha estabilizado, permaneciendo en el valle unos pocos plantadores y fabricantes dedicados a la artesanía del tabaco de Semois como producto local de excepcional calidad. Todavía hay muchos hangares en esta región, todos los cuales no han perdido su destino principal como un secadero o almacén de tabaco. El tabaco Semois tiene su origen en semillas de la variedad Burley. El tabaco tras la cosecha que se realiza hoja a hoja, se seca curándolo al aire.  Se humedece nuevamente, se corta, se cura con calor, se ajusta la humedad y se envuelve, dando lugar a un tabaco de corte ancho, de color castaño y seco. Se vende en paquetes desde 100 gr. y se  puede comprar en tiendas de tabaco de toda Bélgica aunque el suministro es limitado. El tabaco Semois es 100% natural, debe conservarse fuera de humidificadores. Se quema mucho más rápido que las mezclas habituales. Es perfecto para fumar en pipa.

Las principales variedades de tabaco que se cultivan en el valle del Semois son la "Doussaint" (Petit Grammont), el "Pays" y "Dinan". Como en muchos otros países, el tabaco lleva el nombre del área en la que crece.

WERVIK 

Ciudad situada en el valle del río Lys, cerca de la frontera francesa, sus archivos demuestran que en 1650 ya se cultivaba tabaco. El sur de Wervik paso a pertenecer a Francia por el Tratado de Utrecht (1713) y actualmente se denomina Wervicq-Sud. La ciudad fronteriza se hizo conocida por el floreciente negocio del contrabando de tabaco a Francia, que había implantado unos impuestos especiales muy elevados al tabaco. Con el paso de los años, se convirtió en la principal región de cultivo de Bélgica del siglo XX, gracias a la experiencia en las técnicas de cultivo, sus suelos franco-arenosos y las instituciones tabacaleras que tienen su sede en Wervik. De hecho, hoy en día, prácticamente todo el tabaco belga se cultiva en esta región. Cultivo que se ha visto disminuido drásticamente en los últimos años por la desaparición de las ayudas agrícolas europeas y a que ya no resulta rentable el costo de la mano de obra. El cultivo de tabaco está condenado a desaparecer y solo la parte turística y folclórica  lo mantiene.

Es conocida entre otras razones, por su famoso Museo del Tabaco, que se encuentra en los anexos del molino Briekenmolen del siglo XVIII desde 1987. El museo alberga una gran colección de pipas. El museo también registra la popularidad de los cigarros en el siglo XIX y el crecimiento explosivo de los cigarrillos en Flandes durante y después de la Primera Guerra Mundial. Otras salas de este museo se centran en temas como el tabaco en el arte, en la publicidad y en las películas.

Museo del Tabaco en Wervik

La cosecha del tabaco siempre se realiza en la segunda quincena de agosto. Las hojas de tabaco se cosen en tiras y se cuelgan en invernaderos para secar. Después del trabajo intensivo cosiendo el tabaco, hay tiempo para la fiesta, por ello todos los años organizan durante el segundo fin de semana de septiembre,  el “Festival de la cosecha” en Wervik, una celebración  con tintes folclóricos. Este evento congrega a miles de visitantes. Se realizan campeonatos de cigarrillos, la costura del campeonato de tabaco, viejos juegos populares, etc, y una gran fiesta de la tarde con la elección de la Feria del Tabaco.

También organiza rutas del tabaco tanto a pie como en bicicleta, que tienen la intención de dar a conocer la cultura del tabaco de esta región, visitando los pocos agricultores que continúan el trabajo de muchas generaciones. Se visitan invernaderos y campos de tabaco donde la gente huele el característico aroma del tabaco fresco. Alguno de los agricultores explica todas las peculiaridades y dificultades del cultivo. Se pueden visitar los secaderos donde las hojas de tabaco, colocadas en tiras a modo de guirnaldas permanecen por un periodo de tres semanas, en definitiva todos los procesos de desde la plantación.

Por cierto, en Wervik podremos comprar una Tarta de tabaco (hojaldre en forma de hoja de tabaco, llena de frangipane y praliné).

Frente al ayuntamiento, podremos ver la "costurera del tabaco", una hermosa estatuilla de bronce de Roland Deserrano. Con la escultura se quiere mantener vivo el recuerdo cuando en el campo, el tabaco se cosia a mano para ponerlo a secar, algo que ahora pertenece al folclore.

APPELTERRE-EICHEM 

En la provincia de Flandes Oriental, era ya conocido por su cultivo de tabaco en el siglo XVIII.  Para los agricultores, su cultivo no solía ser exclusivo, se plantaba para obtener ingresos adicionales.  Actualmente solo queda un fabricante. También hallaremos plantaciones en Flobecq. 

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LA INDUSTRIA TABAQUERA 

Las fábricas de cigarros en Bélgica se concentraron sobre todo en la ciudad de Amberes y sus alrededores. En otras ciudades belgas como Arendonk, Knesselare, Lieja, Lovaina, Sint-Niklaas o  Westerlo, también se ubicaron importantes fábricas de cigarros. 

Muchos fabricantes de Holanda desplazaron sus fabricas al sur del país junto la frontera con Bélgica, en la zona de Kempen, con ello buscaban menor conflictividad laboral y una mano de obra más barata.

Desde finales de los años 50,  muchas fábricas se llevaron la producción a fábricas en territorio belga obligadas por la grave crisis del sector y buscando una mejor situación laboral junto a obreros cualificados. En Bélgica se retraso la progresiva desaparición del sector tabaquero que afectaba a muchos países europeos. Otras industrias auxiliares de las fábricas de cigarros se vieron afectadas como las imprentas para realizar las etiquetas y vitolas, la de la madera para hacer cajas de puros, la del papel, herramientas, etc. 

PROHIBICIÓN DE FUMAR

Bélgica ha notificado a la Comisión Europea (CE) la transposición de la nueva directiva de la UE sobre los productos de tabaco. En Bélgica está prohibido fumar en todos los lugares públicos cerrados. Lo que incluye entre otros, el transporte público, lugares donde se sirva comida ó el lugar de trabajo. Esta legislación puede considerarse bastante permisiva en comparación con otros países europeos, ya que se permite fumar en salas de fumadores, sala específica con sistema de extracción de humo en cafés, restaurantes y otros edificios públicos. La venta de tabaco se prohíbe a menores de 16 años, bajo pena de grandes multas.