Lasioderma

Características de la lasioderma | tabacopedia

Los Anóbidos son pequeños coleópteros xilófagos que en su estado larvario se alimentan de madera y sus derivados principalmente. A esta familia pertenece el género Anobium (carcomas). La carcoma del tabaco es un coleóptero volador que, como otros anóbidos como la carcoma del pan (Stegobium paniceum) son abundantes y se desplazan en busca de comida donde desarrollarse. La carcoma del tabaco se introduce en alimentos procesados minándolos poco a poco. Afecta además del tabaco a granos, frutos secos, especias, legumbres, papel, harina, galletas, cereales molidos, hierbas secas, alimentos para animales domésticos, etc. Los adultos son de 2,0 a 3,5mm de largo y tienen el color castaño rojizo, con el pelo fino. Una característica del adulto es que la cabeza es perpendicular al eje del cuerpo. La hembra deposita hasta 100 huevos sobre los alimentos o el tabaco entre el tercero y el décimo día de su aparición.

La lasioderma, cuando es larva, es blanquecina y de forma curvada de hasta 3,5mm de largo, va creando galerías mientras perforan el procesado y engordando al alimentarse de ello. En la fase adulta ya no come, pero se desplaza a otros lugares mientras vive. Completa su ciclo de vida entre los 30 y 90 días desde su nacimiento, dependiendo de la temperatura (Por ejemplo, se convierten en adultos en 40 a 50 días, a una temperatura de 30°C). Tiene un tamaño entre 2 y 3 mm. Observando sus antenas en forma de sierra como su nombre científico indica, es la mejor manera de identificarlo.

Las plagas en el tabaco aparecen cuando la temperatura de almacenamiento es alta. Es un insecto propio de climas tropicales, requiriendo temperaturas de entre 20ºC a 38ºC. Su desarrollo queda detenido por debajo de los 15ºC. En condiciones favorables de clima se desarrolla durante todo el año, inverna en forma de larva cuando las condiciones climáticas le son adversas. Los adultos viven de 2 a 6 semanas. Pueden tener de 3 a 5 generaciones anuales. La lasiodermas en su estado larvario, son la plaga más perjudicial en las fábricas de tabaco.

Los síntomas de un cigarro atacado por la lasioderma

Pequeños agujeros en las hojas externas del mismo. Perforan galerías con el producto ya procesado en el interior de los cigarros. También pueden afectar desde el curado de las hojas. Los daños los provocan tanto las larvas como los adultos. Tabaco atacado y excrementos de Lasioderma.

Prevención contra la lasioderma

La ventilación de los productos almacenados es muy importante, con el fin de evitar el aumento de la humedad o de la temperatura. Pueden ser igualmente atacados los productos contenidos en el interior de envases, ya que los adultos pueden atravesar el envase y desarrollarse en su interior (especialmente bolsas de papel e incluso de plástico y cartón). 

Para evitar la plaga de lasiodermas, se puede mantener siempre la temperatura por debajo de los 19º C, al invernar el insecto, éste deja su actividad y por tanto de actuar sobre el tabaco. Si el insecto realizó ya la puesta de huevos, éstas no llegan a eclosionar al tener que hacerlo a una temperatura superior a los 21º C.

No es fácil que suceda la plaga hoy en día, ya que todo el tabaco que llega de cualquier parte del mundo a España, antes de salir al mercado nacional para comercializarlo, se analiza y somete a unos tratamientos con el fin de comprobar si contienen alguna plaga fúngica (hongos o mohos) o de insectos como la Lasioderma, con el fin de que mueran y evitar que contaminen el humidor. Los tratamientos consisten en la congelación de las cajas de cigarros de forma progresiva en cámaras especialmente preparadas que evitan que las hojas sufran y se deterioren. Se alcanza temperaturas de 23ºC bajo cero, manteniéndolas por espacio de un mínimo de cinco días. La congelación y descongelación no alteran las propiedades del tabaco, y tienen un efecto fulminante sobre la “Lasioderma” pues mata a adultos y malogra las huevas, si las hubiera.

Control de la lasioderma

El control químico se realiza empezando por la limpieza del lugar antes de introducir el material y se puede llevar a cabo mediante pulverización a base de metil pirimifos. Una vez está el material en el almacén se pulveriza mediante atomización o en espolvoreo con piretrinas, deltametrín o metil clorpirifos. Si se opta por la fumigación, los productos a emplear son fosfuro de hidrógeno o fosfuro de magnesio.

Pero no es aconsejable el uso de insecticidas sobre nuestros cigarros. Para asegurarse que no queda ningún insecto en cualquiera que sea la fase de desarrollo en la que se encuentren dentro de los cigarros, se someterán a una congelación intensa (-23ºC). Para ello se puede colocar el tabaco afectado introducido en bolsas de plástico cerradas herméticamente, primero en el refrigerador un día, después en el congelador durante un periodo de 5 días, protegiéndolos muy bien de cualquier aroma. Después de congelarlos, los cigarros deben descongelarse gradualmente para evitar la ruptura de las hojas externas, para ello volveremos a dejarlos en el refrigerador por espacio de un día. Aunque lo recomendable es no almacenar los cigarros en congeladores o neveras domésticos, debido a los bajos niveles de humedad.

Un método limpio es el uso de Feromonas. Suelen ser trampas simples con un señuelo. Los insectos vuelan a estas trampas atraídos por la feromona y quedan atrapados en ellas impidiendo su reproducción. Se usan para evaluar la plaga principalmente.

No debemos usar pesticidas o sustancias químicas para limpiar los humidores, pues correremos el riesgo de que su olor se quede en su interior, alterando el sabor y aroma de nuestro tabaco.

Otras observaciones

Este insecto, vuela bien y tiene una actividad importante en condiciones de poca luz, como al final de la tarde y en días nublados. Como hemos dicho, la Lasioderma no sólo ataca al tabaco (cigarros y cigarrillos), sino que también constituye una verdadera plaga para cereales, especias como el clavo, las guindillas, la mostaza, alimentos deshidratados como el pescado desecado o como las uvas pasas o ciruelas pasas, cacao, chocolate, tapicerías, etc. Provocando daños importantes igualmente en libros y plantas secas de todo tipo.

Como vemos, es un insecto común que ataca a muchos tipos de productos almacenados. Es confundida a menudo con una especie relacionada como la carcoma o escarabajo del pan (también llamado de farmacia), Stegobium paniceum, que es más alargado en proporción al ancho y tiene claramente unas cubiertas de alas estriadas.

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