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Proceso de Mezcla o Salseo
En esta etapa las planchas de tabaco, son impregnadas con una solución denominada salsa, con el fin de dar aroma, suavidad y una mejor combustión al producto.
La salsa está formada por aromatizantes, conservantes, flexibilizantes y mejoradores de la combustión. Esta solución se mantiene disponible en recipientes de almacenamiento a una temperatura de 70º 75ºC.
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Proceso de mezcla
Las salsas, como comúnmente se las conoce, se componen por lo general a base de agua caliente. El tabaco a procesar, se introduce en una máquina, la cual va dando vueltas lentamente durante el proceso. El agente acuoso se calienta previamente y luego se inyecta en la cámara de salsear y poco a poco, mediante el uso del vapor, del movimiento de caída en las revoluciones a baja velocidad de la máquina y debido a la presión del vacío que se produce en su interior, el salseado se abre paso dentro de las hojas o de las láminas de tabaco. El tabaco, cuando ya está impregnado con esta sustancia, es retirado de la cámara y se envía a una cinta transportadora que pasa a través de una unidad de secado. El calor y el movimiento del aire, en el interior de esta unidad, bajan la humedad a un nivel apropiado para su utilización sucesiva.
El siguiente paso se determinará dependiendo del resultado final deseado.
Si su destino es una mezcla sin aromatizar , (la mayoría de hecho, como las de Virginias o una mezcla de Virginia y/o tabacos orientales), el tabaco así procesado será la base para la mezcla final después de salir de la cámara de secado. El tabaco procesado se mueve a un contenedor, junto con los otros componentes del tabaco, se mezcla y luego se envasa.
Si el producto final es un tabaco aromatizado, hay otro proceso que se utiliza normalmente: la aplicación de un recubrimiento.
Los recubrimientos son generalmente a base de alcohol. Cuando el salseado (a base de agua) se aplica, el proceso de secado dará al tabaco el nivel de humedad adecuado. Pero si al final del proceso de salseado, el fabricante no quiere utilizar el calor para secar el tabaco (que se aplicaría al pasar por la unidad de secado y que no permitiría que los aromas rociados sucesivamente impregnen fuertemente las hojas, acelerando el proceso de evaporación de los mismos), entonces rocía un aroma a base de alcohol y lo deja reposar por unos días y el resultado será que el alcohol se evaporará, dejando las hojas impregnadas del sabor deseado, junto con un mínimo nivel de humedad adicional.
