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Brasil

Con una superficie estimada en más de 8,5 millones de km²,​ es el quinto país más grande del mundo en área total (equivalente a 47% del territorio sudamericano). ​ Delimitado por el océano Atlántico al este, Brasil tiene una línea costera de 7491 km. ​ Al norte limita con el departamento ultramarino francés de la Guayana Francesa, Surinam, Guyana y Venezuela; al noroeste con Colombia; al oeste con Perú y Bolivia; al sureste con Paraguay y Argentina, y al sur con Uruguay. De este modo tiene frontera con todos los países de América del Sur, excepto Ecuador y Chile ​ La mayor parte del país está comprendido entre los trópicos terrestres, por lo que las estaciones climáticas no se sienten de una manera radical en gran parte del mismo.

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Con sus orígenes en los Andes, el tabaco siguió las migraciones de los indios a lo largo de América Central, hasta que llegó a Brasil.

Los primeros campos de tabaco fueron cultivados por colonos para su propio consumo. Pronto, sin embargo, aparecieron muchas habitantes que estaban dispuestos a comprar el exceso hasta que finalmente, en Europa, la demanda creció y muchos empresarios comenzaron a visualizar las tremendas posibilidades de ganancias que vendrían de la creación de una cadena de suministro regular de tabaco.

Inicialmente, la producción de tabaco en Brasil ocupaba áreas pequeñas y concentradas entre Salvador y Recife en el Recóncavo Baiano, una zona excepcionalmente fértil a lo largo de la costa del estado de Bahía. En la primera mitad del siglo XVII, durante la ocupación holandesa de Pernambuco, el tabaco producido en esa área tenía un papel importante entre los productos ofrecidos por la Compañía de las Indias Occidentales. Con la expulsión de los holandeses, comenzó a aparecer la primera legislación reguladora de la producción de tabaco. En 1674, se garantizó el monopolio de la colonia mediante la creación de la Junta de Administración del Tabaco, cuyas decisiones establecieron las normas relativas al tabaco para todas las colonias portuguesas.

A fines del siglo XVII, una ley intentó regular el comercio del tabaco basado en el control de cargas transportadas debido al gran tamaño y la diversidad de las áreas de cultivo, creando regulaciones y agencias especiales como la Junta de Inspección del Tabaco. A partir de esta fecha, la legislación finalmente se estabilizó y se mantuvo vigente hasta después de la independencia de Brasil. El final de la libertad supervisada que Portugal impuso a Brasil durante el período colonial dio un gran impulso a los cultivadores de tabaco. Se hizo posible cultivar cualquier especie, en cualquier lugar. Además, la posibilidad de un comercio directo con países extranjeros fue un gran incentivo. En ese momento, efectivamente a partir de 1850, las provincias que se destacaron en la producción de tabaco fueron Minas Gerais, Bahía y, debido a la inmigración alemana, Santa Catarina y Rio Grande do Sul.

No fue hasta finales del siglo XVIII, cuando la producción de cigarros creció a un número considerable y comenzó a inundar los mercados Europeos con sus productos. La producción de cigarros cayó drásticamente a lo largo del siglo XX, mientras que la producción de tabaco negro continuó creciendo.

ZONA TABAQUERAS

El Estado central del este de la Bahía es uno de los más importantes productores de tabaco de Brasil. El área de cultivo es de aproximadamente 100 millas al oeste de la capital del estado, Salvador de Bahía. 

También el norteño estado de Alagoas, alberga una gran producción de tabaco en torno de la ciudad de Arapiraca, donde se cultivan hojas dedicadas en gran parte a envolturas para cigarros.

Así mismo, los estados del sur de Rio Grande do Sul y Santa Catarina producen tabaco para cigarrillos y pipa.

MATA FINA

La región de Mata Fina se encuentra en la cuenca de Reconcavo en el estado de Bahía. La región recibe su nombre de la delgada vegetación nativa que crece allí (mata significa "vegetación" y fina, "delgada").

Mata Fina es la principal región productora de tabaco en la actualidad. Su suelo de arena granulada recibe un promedio de 120 cm. de lluvia al año. Toda la producción de tabaco que crece en esta región se cultiva al sol. Las hojas utilizadas para capa en los cigarros, son cortadas a mano una a una y se suelen dejar secar al aire en graneros. Las hojas de tripa y capote se cosechan por el corte del tallo (cortar toda la planta y colgarla para secarse sin quitar las hojas del tallo). El tabaco de esta zona es de la más alta calidad y produce una fumada muy suave, dulce y aromática.

 SUMATRA

También se cultiva en la región Mata Fina. A pesar de no ser un tabaco nativo de Brasil, produce un envoltorio muy apreciado. Todo el Sumatra se cultiva a la sombra, en Sergipe, un estado vecino de Bahía.

ARAPIRACA

Cultivado en Brasil y muchas veces conocido simplemente como maduro brasileño, esta hoja parte de una planta muy gruesa y fuerte. La capa es excepcionalmente oscura y con un sabor mucho más intenso tanto en cuerpo como en tonos dulces y de cuero. Es conocida por sus grandes propiedades de combustión y su ceniza blanca

 MATA NORTE

La lluvia no es tan abundante en esta región al norte de Cruz das Almas. El suelo varía de arena a arcilloso. En esta región, el tabaco se siembra más tarde que en otras regiones. Todo el tabaco en esta zona se cultiva al sol y se suele cosechar cortando su tallo y poniendo a secar la planta entera. Lo que lo hace diferente de Mata Fina, es que las hojas se recolectan de una en una y se utilizan para capa. El tabaco se expone al sol, el viento y la lluvia. Las hojas, debido al microclima de esta zona, el tratamiento de la planta y su curado, no son adecuados para las envolturas. Este tipo de tabaco Mata Norte produce un sabor con mucho cuerpo y fortaleza. Sería muy difícil disfrutar de un cigarro hecho al 100% con tabaco producido en Mata Norte. Este tabaco se utiliza para componer la mezcla (tripa) de cigarros al prestar su fuerza y todos sus aromas de nuez, tostados y notas amargas de café.

 

MATA SAO GONÇALO

Alrededor de la pequeña localidad de San Gonzalo, los cultivadores de tabaco son muy cuidadosos durante la cosecha y curado de sus hojas, esta región es famosa por sus hojas para capa. Los mejores envolturas vienen de esta ciudad situada en la región de Mata Fina. Los agricultores utilizan como fertilizante papilla de cacao y esto da las hojas de capa un brillo especial. En general, esta área y Mata Fina tienen características muy similares en lo que al suelo y sabor del tabaco se refiere.

 

MATA SUL

A pesar de que esta región ha sido bendecida con buena lluvia y el suelo muy rico, la mayor parte de la tierra en esta parte sur de la Mata Fina está inclinada, por lo que es difícil de cosechar. Los cultivadores de tabaco deben duplicar su cuidado cuando se siembra y cosecha del tabaco en esta área y esto produce el tabaco de buena calidad y de buen sabor cuerpo suave. La producción de tabaco es esta región ha ido disminuyendo drásticamente mientras que los trabajadores ganan más cultivando cacao.

CAATINGA

La Caatinga es una zona seca y arenosa. Los agricultores de esta región tienen pocos recursos naturales de producción o económicos. El tabaco en esta región ofrece muy poco sabor y fuerza lo que le hace apenas comercial. La producción de tabaco en esta zona depende de los propietarios del terreno, que proporcionan un pedazo de tierra y abono para que los agricultores  puedan cultivar tabaco. A cambio, los propietarios reciben una parte de  este, que es de muy mala calidad y difícil de vender.

 

 Una manera muy particular de fumar

Brasil es uno de los principales países productores de tabaco en América Latina y, como en el resto del continente, existe la cultura ancestral de confeccionar y preparar cigarros de manera muy particular.

      

 

¿Qué es el tabaco de cuerda?

La cultura tabaquera en el continente americano desarrolló siglos atrás formas muy distintas y únicas de disfrutar de las hojas de tabaco.

En esta oportunidad nos detendremos en Brasil, donde nació la particular manera de fumar tabaco llamada "tabaco de cuerda"

 

El tabaco de cuerda también se conoce como tabaco de rolo o tabaco criollo, pero es mejor conocido por la primera denominación. Consiste en una cuerda de tabaco torcido y enrollado que puede alcanzar varios metros de longitud. Se prepara tanto para mascar como para fumar.

En las zonas rurales de Brasil, que es donde más se encuentra este tipo de tabaco, los campesinos lo utilizan para preparar cigarros de paja. Estos consisten en una mezcla en distintas proporciones de las hojas que envuelven el maíz y tabaco. Una producción totalmente artesanal y muy presente en la cultura de ese país.

Tabaco de mucha fortaleza

Existen distintas variedades de este tabaco de cuerda. Entre ellas podemos mencionar Gioaninho, Arapiraca, Antas, Azulejo, Goiano, Jorginho, entre otros. La mayoría de ellos se nombran de acuerdo a la región en la que se producen y se hacen con diferentes plantas criollas.

Sin embargo, algo tienen en común todas ellas y es que son bastantes fuertes, además de tener un gran aroma. Quienes han tenido la oportunidad de probar el fumo de cuerda coinciden en que hay que hacerlo con precaución, sobre todo si no se está acostumbrado a los cigarros fuertes.

Este tipo de preparación del tabaco es fácil de reconocer por sus características particulares. Las cuerdas suelen ser de color muy oscuro, casi negro o negro, y pesan entre 3 y 5 kilos. El grosor varía, dependiendo de la cantidad de hojas que se utilicen durante su producción.

La práctica de fumar tabaco de cuerda ha acompañado la cultura brasileña durante muchísimo tiempo y su elaboración incluye fórmulas ancestrales. Se usa en rituales indígenas y también hay quienes los venden en empastados para su empleo medicinal.

Ante la propagación de la tabaquería industrial que ha desplazado a la artesanal, incluso entre las poblaciones indígenas, en Brasil se ha intentado mantener la práctica ofreciendo cursos para rescatar los conocimientos tradicionales y revitalizar las plantaciones de tabaco en la región. De esta manera también se pretende reducir la dependencia del cigarro de fábrica.

Preparación

Para preparar el tabaco de cuerda se utilizan hojas de tabaco grandes, con mucho cuerpo y de gran viscosidad. Se recogen cuando llegan a su madurez y se cuelgan en cobertizos durante 15 días. Una vez que transcurre este tiempo se separan los nervios centrales y se comienzan a enrollar las hojas una por una para ir formando la cuerda.

Dependiendo del grosor que se quiera conseguir se utilizan entre 4 y 8 hojas del tabaco. Cuando la cuerda esté lista se enrolla en un carrete de madera y se pone al sol entre 60 y 90 días.

Durante este tiempo se tiene que torcer nuevamente varias veces y cambiarla de carrete para drenar el agua y otras sustancias que se desprenden de las hojas. Este procedimiento también hace que el rollo se haga más delgado. Al finalizar el proceso, la cuerda de tabaco tendrá un aspecto similar al chorizo.

Hay personas que han intentado preparar fumo de cuerda aplicando esta técnica. Para ello utilizan variedades de hoja diferentes a las originarias de Brasil. Como resultado se consigue una cuerda de menor fortaleza, pero vale la pena intentar para disfrutar de la experiencia.

Propiedades insecticidas

El tabaco en general es conocido por sus propiedades insecticidas y la cuerda brasileña no puede ser la excepción. Uno de los usos que le dan en ese país es en la elaboración de pesticidas caseros para proteger los cultivos.

Te queremos dejar una de las recetas que se utiliza para eliminar la cochinilla de las plantas. Necesitarás 40 gramos de trozo de cuerda de tabaco, 100 gramos de jabón de coco o cualquier jabón neutro y 2 litros de agua.

Para la preparación se cortan en trozos el jabón y la cuerda y se colocan en el agua, dejando reposar la mezcla durante 24 horas. Se eliminan los residuos sólidos con un colador y, con un atomizador, se pulverizan las plantas.

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