México, es tierra de tabaco, de hecho en diversos lugares del país crece de un modo espontáneo, en sus distintas variedades: la nicotiana pasilla (tabaco enano), la nicotiana tenella (tabaco tierno), la nicotiana rústica, la nicotiana crispa, etc.

HISTORIA

Antes de la conquista de México por los españoles, los indios mayas ya cultivaban una única especie de tabaco llamada tabaco de la sierra o tabaco indio en la región del Valle de San Andrés en Veracruz. Se trataba de una planta pequeña, de capa y vena gruesa. Existe documentación de finales del siglo XVI de un cierto mercado tabacalero, con intermediarios entre productores y consumidores, que cubrían la demanda de consumo poniendo la mercancía al alcance de los últimos. En el Virreinato de Nueva España, Veracruz era la principal zona productora, al tiempo que la Ciudad de México funcionaba como centro distribuidor. En la primera mitad del siglo XVII el cultivo de tabaco en México se producía de forma intensiva en las zonas de Compostela, Guatemala, Oaxaca, Yucatán y Veracruz.

En 1747, el mejor tabaco mexicano se producía en las zonas de  Veracruz, situada en el golfo de México y en Tepic, situada en el Pacífico. Al final se impuso el tabaco de la zona de  Las Villas (Orizaba y Córdoba) actualmente dentro del estado de Veracruz, por su gran calidad y también por su cercanía a la ciudad de México. En 1748 ya producía la tercera parte de todo el tabaco que se consumía en  el virreinato y daba empleo a unos 15.000 trabajadores.  

El consumo de tabaco en México fue creciendo con fuerza y con ello se multiplicó su cultivo. En la ciudad de México en 1770, antes de que el monopolio invadiera la producción de cigarros, había más de  trescientos establecimientos cigarreros. El virreinato novohispano era sin duda la colonia más rica y próspera de todas las posesiones americanas, siendo el tabaco, una de las mayores fuentes de riqueza de su economía. Pronto la monarquía española ve en todo ello una importante fuente de ingresos para subsanar su déficit económico, por lo que en 1764, la administración borbónica de Carlos III, como parte de su plan reformista de modernizar las estructuras económicas del imperio, decide establecer el Monopolio del Tabaco en México, creando el Estanco del Tabaco e instaurando la Real Renta del Tabaco para su explotación y control.

A diferencia del estanco del tabaco en Cuba, que estuvo siempre enfocado a proveer de tabaco a la metrópoli, en el caso de Nueva España la estrategia pasó por enfocar el monopolio a la obtención de beneficios exclusivamente por la vía del abastecimiento del mercado interior, siendo esa la razón por la cual fue el único virreinato donde se construyeron fábricas para la elaboración de cigarros. Para posibilitar todo ello, se creó una burocracia altamente especializada, así como cuerpos armados para imponer prohibiciones. Su plan consistió en las siguientes medidas: Prohibición de la siembra .- Desde 1764, en una primera fase temprana, se prohíbe la siembra de la planta en todo el territorio de Nueva España, permitiéndola bajo estricta supervisión, únicamente en las zonas de Orizaba, Córdoba, Teuxitlan (Puebla) y Zongolica (estado de Veracruz) , por lo que se imponen las condiciones para su siembra y se fijan también los precios finales para la hoja de tabaco . Los fabricantes de puros y cigarros solo podían comprar la materia prima en la Renta del Tabaco a precio fijo, pero en esta etapa (1764-1769) podrían al menos elaborarlo y venderlo libremente. Prohibición de la elaboración y venta libre .- El monopolio del tabaco, se sustentaba principalmente en el comercio del tabaco en rama, pero a partir de 1769, en una segunda fase, La Real Renta amplia el monopolio a la manufactura de puros y cigarros y al proceso de comercialización, prohibiéndose por tanto la elaboración y venta de todos los productos derivados del tabaco. A partir de ese momento los tabaqueros que quisieran seguir trabajando en el ramo, tendrían que hacerlo en calidad de empleados de la Real Renta de Tabaco mexicana. Esta decisión se toma con el fin de apropiarse de una ganancia adicional, fijada en la tercera parte del total producido por este ramo. Para ello redefinió las formas de producción, primero concentrando en unos pocos locales a toda la población ocupada anteriormente en las cigarrerías y posteriormente mediante una serie de cambios organizativos para mejorar la producción, pero sin disminuir significativamente el número de operarios de las fábricas.

Nuevas fábricas . - Como parte de esta política, se crearon seis grandes fábricas de puros y cigarrillos  en sendas ciudades importantes del país: México, Puebla, qerétario, Guadalajara, Oaxaca y Orizaba, intentándose la creación de una fábrica más en la ciudad de Valladoliz, que finalmente no pudo llevarse a buen fin. 

De todas ellas, la más importante fue la fábrica de la ciudad de México , pues producía aproximadamente el 66 % de las necesidades de consumo del país y concentraba el 58,8% del total de trabajadores de las fábricas en todo México.

En 1807 se inauguró el nuevo edificio de la Real fábrica de Tabacos de la Ciudadela mexicana, un hermoso edificio de estilo neoclásico de 28.000 metros cuadrados comenzado en 1793, aunque llevaba produciendo desde 1769. El trabajo en todas estas fábricas era 100% manual con una maquinización prácticamente nula, de ahí el elevado número de trabajadores que requería. Su creación significó un apoyo fundamental al monopolio, ya que cerraba el proceso económico del tabaco, fortaleciendo su control. 

Las localidades escogidas aseguraban la disponibilidad de una cuantiosa mano de obra con una vasta experiencia en la elaboración de puros y cigarros; de esta forma, la Renta garantizaba el comercio de los productos de cada fábrica en su propia región, evitando la competencia por los mercados entre las distintas fábricas. 

Se fijaron los salarios de los trabajadores en toda la escala productiva, así como el valor de las materias primas y el precio de venta de los productos. 

Los procesos continuaron siendo eminentemente manuales hasta 1846 que fue cuando se tomaron las medidas necesarias para aplicar máquinas a algunas fases del proceso tabaquero.

Los puros y cigarrillos producidos en las fábricas se venderían exclusivamente en establecimientos pertenecientes a la renta del tabaco, por lo que se cierran talleres de producción artesanal y estancos de venta de tabacos. A fines del siglo XVIII la empresa tabacalera representaba para la corona española un importante negocio comercial y manufacturero. En las zonas donde se autorizó el cultivo de tabaco empezaron a ver correr el dinero con la correspondiente consolidación de grandes fortunas.    

TABACOS MEXICANOS

Los tabacos mexicanos se clasifican en tres grandes grupos: rubios, oscuros y aromáticos. 

 Tabacos rubios

 Los tipos de tabaco rubio que se producen en el país, de acuerdo con la variedad y forma de secado, son cuatro : Burley  Semi Sombra, Burley Sombra Mata, Virginia Hornos y Virginia Sarta Sol. El secado de cada uno de estos tipos de tabaco tienen  características particulares como se señala a continuación

Burley Semi Sombra: conocido como Burley Huixtla, cuyo secado sigue el mismo. Este tabaco, que se produce en Nayarit y Jalisco, es secado en sarta, para lo cual es necesario cortar cada hoja de la planta individualmente. El ensarte consiste en atravesar la nervadura central de la hoja con una aguja e hilillo de ixtle, para hacer grupos de 400 a 500 hojas, que reciben el nombre de "sarta". La labor de ensarte cumple con dos propósitos fundamentales: en primer lugar, facilitar el colgado de las hojas para su secado y, en segundo, agrupar las hojas procedentes del mismo corte y con grado de madurez similar. Para el secado de este tipo de tabaco los propios productores construyen periódicamente, en sus parcelas, estructuras de madera denominadas "galeras", cubierta; con palapa de palma coyol, donde se cuelgan las sartas y se inicia el proceso de deshidratación a media sombra. Con el auxilio de cortinas laterales se regula la acción del viento, la entrada del sol y la temperatura, a fin de dar un secado uniforme a las hojas.

Burley Sombra Mata: Se produce en Nayarit y Jalisco. Es el único que se seca en galerones, colgando las matas completas en palos de otate que se conocen con el nombre de cujes, por lo cual es necesario cosechar la planta en mata, cortándola desde su base. Los galerones son estructuras metálicas permanentes que se construyen en parcelas ubicadas estratégicamente. Se les colocan cortinas laterales de jarcia con el objeto de controlar la acción del viento, ya que un viento fuerte puede derivar en una deshidratación acelerada y por lo tanto en pérdida de calidad. Cuando concluye el proceso de secado en galerones, el tabaco es enviado a las plantas desvenadoras para extraer el nervio central de la hoja. En Huixtla (Chiapas) también se produce esta variedad de tabaco, aunque en pequeñas cantidades y con la diferencia de que, para el secado, se utilizan galeras de madera o tendal cubierto de manta de jarcia.

 Vírginia Hornos: Este tabaco se produce sólo en Nayarit, y la mayor parte del mismo es secado en plantas de hornos mediante un proceso en el que aire caliente , generado por un sistema de calefacción, circula en un espacio reducido en torno a las hojas verdes de tabaco, deshidratándolas de manera programada. El objeto principal de aplicar calor artificial es controlar la humedad, que a su vez depende del contenido de agua de las hojas y del clima. Cuando las hojas del tabaco Virginia alcanzan su madurez y son uniformes. se inicia su cosecha. Se seleccionan las de mejor calidad para su envío inmediato a las plantas de hornos, en tanto que con las demás se hacen sartas para su secado al sol (Virginia Sarta Sol).

Virginia Sarta Sol: Una vez levantada la cosecha se clasifican y separan aquellas hojas del tabaco Virginia que no cumplen con los requisitos para secado de horno, se ensartan con aguja e hilillo de ixtle de la vena central de la hoja y se cuelgan a la intemperie. En el transcurso de 30 días la acción combinada del sol y el viento lleva a una deshidratación lenta, hasta lograrse el secado completo.

Tabacos oscuros

 Los tabacos oscuros son todos producidos en el estado de Veracruz. Existen cuatro variedades que se explotan comercialmente en la actualidad: Tlapacoyan, Habano, Negro Jaltepec y Sumatra.

El proceso de secado de cada uno de estos tabacos es el siguiente:

Tlapacoyan. Es producido en la zona norte de Veracruz y su destino es la industria cigarrera mexicana  para la elaboración de cigarrillos fuertes. Al proceso de secado de esta variedad se le denomina " secado al aire " El tabaco es cosechado en hoja por los productores, quienes lo trasladan a estructuras de madera cercanas a las plantaciones, para darle los cuidados técnicos que hacen posible un buen secado del producto. Una vez concluida la fase de secado al aire, comienza el proceso de fermentación . Consiste en apilar el tabaco en chapiles o pilones, para lograr un aumento natural de la temperatura, que deberá  alcanzar un promedio de entre 50º y 60º centígrados. Para que todas las hojas logren su cocimiento, se llevan a cabo entre cuatro y seis traspaleos, que consisten en el movimiento de las hojas del centro de los pilones hacia fuera y a la inversa. Una vez que con la fermentación se fijan una serie de características fisicoquímicas propias del producto, una vez concluido este proceso,  el tabaco es empacado para su procesamiento.

Habano. Esta variedad de tabaco es producida en la zona norte de Veracruz y secada "al aire" . Se cosecha en hojas, secado en galeras por los productores y fermentado. El tabaco Habano tiene como destino o uso principal elaboración de cigarrillos fuertes, aun cuando también es usado en la fabricación de cigarros puros.

Negro Jaltepec: Este se produce en la región de los Tuxtlas y tiene un secado al fuego . Una vez cosechada la mata de tabaco, los productores se encargan de trasladarlo a galeras de madera y metálicas, donde se procede a acelerar su deshidratación por etapas de aproximación, mediante la quema de gas en puntos estratégicos de la galera. Después de 25 o 30 días, cuando la vena central de la hoja está completamente seca, se bajan los cujes y se somete a las matas, durante uno o dos días, a un proceso de reposo, después se separan las hojas del tallo, se agrupan en manojos de hoja para tripa y manojos de hoja para capa (matillas). Para el proceso de fermentación el tabaco debe tener una humedad de 25 a 30% como máximo y que no se mezclen hojas de matul de tripa con matul de capa. Los pilones propician un proceso de fermentación de las hojas y esto hace que la temperatura se eleve. Cuando ésta sube a 47-50" centígrados se da la vuelta el pilón y se colocan los matules del centro hacia la periferia y a la inversa,  los de afuera hacia el centro . Esto se repite de tres a cuatro veces antes de la clasificación. Las hojas se clasifican y se agrupan en gavillas,  posteriormente, se forman pilones de tabaco, esta vez por clases, para eliminar el exceso de humedad.

El tabaco Negro Jaltepec puede ordenarse en las siguientes clases : Primera Oscura, Primera Clara, Segunda Oscura, Segunda Clara, Banda, Marrón Oscuro , Marrón Claro, Marrón Roto, Cuarta, Quinta, Pasado y Picadura.

Cada una de estas clases está destinada a ser alguna parte de los cigarrillos y  en eI caso de la picadura, a la manufactura de cigarrillos oscuros o cigarros puros de calidad inferior.

El tabaco Sumatra, que se seca también al fuego , se cosecha en hoja. Para llevar a cabo el secado las hojas se trenzan colgadas en un cuje, de otate o madera de mangle, atadas con dos hilos de henequén de un cabo. Se colocan hasta 70 hojas bien espaciadas, procurando que  no se toquen una con otra para que no se manchen.  Las trenzas se colocan en el interior de la galera, con una separación entre una y otra de 20 a 25 centimetros. Una vez seco el tabaco, se procede a su fermentación , que incluye las siguientes fases : clasificación primaria de las hojas, fermentación, segunda clasificación o rezago, engavillado, secado, empaque y fumigación final.

Una vez concluido el proceso de secado del tabaco Sumatra se clasifica en las siguientcs clases : Supremo, Rosado Oscuro, Rosaclo Claro, CS I, CS2, SLI , SL2 y Bote. Cada una de estas clases se subdivide de acuerdo con su tamaño: más de 15 pulgadas, 14 a 15 V 12 a 14. El destino final de este tabaco es la elaboración de puros.

 Tabacos  Aromáticos

El tabaco aromático, Oriental o Turco, que le confiere un valor especial por su aroma agradable, se usa para elaborar cigarrillos (con bajas proporciones de Aromático) o mezclas para pipa (según la casa mezcladora, agregará de un 10% hasta un 35% de Aromático). 

A diferencia de los tabacos rubios y negros, cuyas hojas alcanzan longitudes de hasta 90 centímetros, los Aromáticos alcanzan hojas que fluctúan entre 5 y 15 centímetros. 

• Los alcaloides, uno de los cuales es la nicotina , cuya presencia es más importante que otros, incide en el sabor.

• El nitrógeno es proporcional a la capacidad de relleno de la hoja e inversamente proporcional a la porosidad de la hoja. 
• Los azúcares proporcionan sabor dulce al humo del tabaco

La variedad de tabaco aromático se produce en los valles centrales de Oaxaca, tiene un secado al sol . El tabaco Aromático se cosecha en hoja y por corte, se realizan cinco cortes: el primero de entre 3 y 5 hojas, el segundo entre 5 y 7, el tercero entre 7 y lO, el cuarto entre 7 y 10 Y el quinto entre 11 y 12, evitando que se mezclen hojas de diferentes grados de madurez. Las hojas cosechadas se depositan en canastos y se llevan a las casas de los productores, donde se ensartan en agujas saqueras e hilo de algodón. Una sarta puede tener cuatro agujas y las hojas deben ensartarse con sus caras opuestas, es decir, haz con haz y envés con envés. En el momento del ensarte se hace una selección de las hojas, procurando que todas sean del mismo tamaño para que la sarta tenga un secado uniforme. Las sartas se colocan posteriormente en marcos de madera, para ser expuestas al sol. Se colocan 30 sartas por marco y se procura una separación de 7 a 8 centímetros entre sarta y sarta. Los marcos se protegen con manta de jarcia o de cielo a fin de regular los efectos del sol sobre las hojas de tabaco . Cuando el tabaco está seco se baja de las galeras y se transporta hacia un lugar techado y seco, para evitar que se dañen. El proceso de resecado industrial tiene por objeto acondicionar el tabaco a los grados de humedad requeridos para su empaque y envío. Para ello el tabaco se clasifica inicialmente de acuerdo a seis grados de calidad y pasa a través de las siguientes etapas: selección y limpieza, descarpado de hoja, secado, vibrado-cernido y empaque del producto.